Mi blog puede conmigo

No puedo conmigo mismo. Cada mes que empieza, a veces cada semana, me hago el firme propósito de actualizar regularmente mi blog. Unas veces me prometo, y casi me cruzo apuestas para actualizarlo a diario. Las más, me conformo con lograr publicar cada semana. A este paso, y visto el ritmo, con una vez al mes... ¡Pero no! Yo cabezón como yo solo sigo prometiéndome que lo hare todos los días de todas las semanas de todos los meses.
Y la verdad, no será por que no encuentre cosas a las que referirme, personajillos que criticar y situaciones de las que despotricar. Incluso, si fuera más observador encontraría muchas cosas que alabar y gente a la que ensalzar... pero lo cierto es que ¡ni pa'tras!
A pesar de que me he apuntado en mi agenda (en papel y digital) anotaciones para recordarme a mi mismo que tengo un par de blogs que actualizar, cuidar y mantener (de los demás ya daré alguna referencia... cuando haya algo que leer)
Pero la verdad, independientemente de mi brutal pereza para actualizar este blog mio, son una cosa (los blogs en general) que me alucina. A veces, sobre todo los fines de semana, me paso un buen rato buscando blogs, repasando algunos que me gustan, leyendo los de algunos personajes conocidos... y es algo que no deja de sorprenderme.
Soy un lectoblogger profesional, o casi.