Spiga

Una imagen vale más que mil palabras


Pues lo dicho, realmente una imagen vale más que mis palabras: esta es la cara que se te queda cuando te lo juegas todo a una carta.

Y, aún a riesgo de ser redundante que diría el mayordomo del El Príncipe de Bel-Air, los que pagamos los platos rotos somos todos los españolitos de a pie.

A ver cuando espabilamos...