El afan de protagonismo de este hombre es increible. Ahora se descuelga con que en Francia se podrá exigir al Estado una vivienda digna y éste, digo yo, se verá obligado a facilitarla. Menos mal que no soy francés, ¡les van a freir a impuestos! Y el gabacho de peinado permanente se queda tan ancho. ¿Cuánto tardarán los necios de nuestros gobernantes en copiar la medida? Dios quiera que se les pase...
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