Spiga

Internet y politica

Este comentario está provocado, de una parte, por la lectura de una serie de artículos que Enrique Dans ha publicado en LD sobre el voto geek, las elecciones en USA y la importancia o no que tiene la comunidad de internautas en las tendencias electorales. Y en segundo lugar, viene motivado por la noticia de los ciervoluntarios progresistas, esa campaña que ha preparado el PSOE para remover la red, que en El Confidencial califican de "agit-prop" (término creado por la contracción del ruso agitatsiia y propaganda: Acción de propaganda que se vale de la agitación de masas como medio, proviene del Departamento de Agitación y Propaganda establecido por Lenin)
Desde hace tiempo me llama la atención esto del uso de las nuevas tecnologías en la acción de los partidos políticos. No lo llamo Política 2.o, por que si la Web 2.0 ha sido la transición de las tradicionales aplicaciones hacia otras orientadas al usuario final, no creo que en política se de esta premisa: el enfoque no es hacia el usuario. Creo que es simplemente una pretensión de conseguir notoriedad, quiza se podría decir posicionamiento, de los mensajes que quieran lanzar los políticos. Por no liarme, es, desde mi punto de vista, una forma de rentabilizar el gasto en publicidad revotándolo.
No creo que este mal del todo, no deja de ser una forma de lograr que los militantes y simpatizantes que tengan más ganas puedan participar de forma más activa en una campaña electoral, ya que no todo el mundo dispone del tiempo para hacerlo en las tradicionales (que además se hacen aburridas, aunque no creo que puedan ser sustituidas, al menos de momento).
Estas actuaciones electorales provocan ciertos debates que Enrique Dans apunta y explica mejor de lo que yo podría hacer, que pueden resumirse, a grandes rasgos, en la representatividad de la población de internautas respecto del conjunto de la población.
Si en USA no parece que sea muy representativo con un 75% de penetración de internet en la problación adulta; en España, que no llegamos a esas cifras, la representatividad será mucho peor.
Este es otro motivo por el que no creo que pueda hablarse de 2.0, ni de innovación en la acción política, ni de nuevas tecnologías para la acción política ni de términos similares que pudieran ocurrirseme ahora.
Mas argumentos para apoyar todo esto: el 27 de septiembre, Daniel Primo, realizó un seguimiento de los blogs que diversos candidatos abrieron con motivo de las Elecciones Municipales y Autonómicas. La mayoria no estaban actualizados en ese momento o ni siquiera estaban disponibles. Les daba igual, sólo creían que les hacía quedar bien.
En estos últimos días o semanas, lo que hemos visto es un rifirrafe de videos en Youtube, que les ha reportado más presencia en los telediarios y periódicos. Y quizá sea esto todo lo que podamos esperar de la relación entre política y las nuevas tecnologías o internet, como queramos llamarlo.
Personalmente creo que actuaciones como estas son simplemente para, como dije más arriba, rentabilizar la inversión publicitaria generando más repercusión de ciertas acciones, algunas dignas de elogio por lo original, pero no suponen un aumento de la participación, ni mayor transparecia de la acción de los partidos, ni trasladar a la ciudadanía la decisión de cuestiones que reamente sean importantes.
Quizá lo que si puedan provocar, y que sea mínimamente positivo, es cierto acercamiento de los más jóvenes a la política. Pero ni siquiera esto lo tengo claro. Lo único que se pretende es repetir experiencias anteriores tipo "pásalo", efectivas pero de dudosa ética política.
Pero para parafrasear (copiar directamente a Enrique Dans), "algo me dice que 'eso de internet' va a empezar súbitamente a despertar una cierta curiosidad en los políticos. Por la cuenta que les trae." Y ¿por qué? Lo dejo para más adelante que, aunque sea viernes, habrá que cerrar bien la semana.