Esto no tiene nada que ver con la película que protagonizó Robert de Niro, pero resulta una expresión muy acertada, por lo visual, para resumir estos últimos días de campaña política en España. Por que, a cuenta de las últimas novedades (pizarros, gallardones, epas y convulsiones bursátiles), la cosa no está nada clara para ninguno de los dos principales contendientes.
Parece ser que desde el PSOE entienden que el embite de Solbes proponiendo un debate televisado con Pizarro no les da buena espina. El de Teruel tiene buenas cartas, no saben cómo de buenas, y la mano del ministro en funciones no es para tirar cohetes. Si esto es así, el resultado del debate va a tener más importancia de la que pueda parecer de entrada, aunque se trate de un enfrentamiento de "segundas espadas". Si, como dicen en El Semanal Digital, una personalidad como la de Pizarro tiene entidad para influir en el resultado de las elecciones, lo que se juegan unos y otros va más allá que el simple ego o el cojonudismo: si Pizarro juega como lo hizo en el Parlamento de Cataluña, Solbes estará muy tocado y, con él, toda la estrategia que el PSOE tenga preparada para vender gestión económica.
Si no dan con la forma de vender que saben gestionar la economía como lo hizo el PP, todos los argumentos de campaña que les quedan serán excesivamente polémicos y han movilizado en su contra, y mucho (demasiado para ellos), a gran parte de la población española. Y de esta movilización se beneficia el PP casí sin duda y al 100%.
Pero hay más cosas, el paro ha subido y las contrataciones se han estancado. Y mientras Caldera absolutamente desaparecido (desde lo del tipex casí ni se le oye) y lo del bache temporal, la coyuntura, esto no es un cambio de tendencia ya no es creible.
Pero hay más cosas. El Comité de Expertos del Ministerio de Medio Ambiente (ya les gustan este tipo de órganos, ¿serán tontos de verdad?) ha reventado la estrategia del gobierno en el tema del agua: las desaladoras no son viables y los trasvases sólo hay que evitarlos en tiempos de sequía. De la Vega lo va a tener muy difícil en Valencia.
Pero hay más cosas. El PSOE se está planteando reducir de 2 a 1 los debates televisados entre Rajoy y Zapatero. Parece que las encuestas lo aconsejan así. No se si por que les son favorables o no; pero el que trascienda que no quieres mucho debate no gusta y no parece bueno.
Y, además, el idilio con la SGAE parece que va a seguir dando dolor de cabeza en el Gobierno: el 31 de enero se escenificará la entrega de más de 2 millones de firmas contra en canon. Y El País le va a dar una buena cobertura.
Y, la última, la famosa frase del ministro de Justicia de que la ilegalización de la parte política del entramado etarra sería ilegalizada cuando la jugada lo aconsejase, también puede costarles unos buenos votos: las pruebas que ahora presentan existen, y las conoce el gobierno, desde 2005.
Merecemos un gobierno que gobierne.
Parece ser que desde el PSOE entienden que el embite de Solbes proponiendo un debate televisado con Pizarro no les da buena espina. El de Teruel tiene buenas cartas, no saben cómo de buenas, y la mano del ministro en funciones no es para tirar cohetes. Si esto es así, el resultado del debate va a tener más importancia de la que pueda parecer de entrada, aunque se trate de un enfrentamiento de "segundas espadas". Si, como dicen en El Semanal Digital, una personalidad como la de Pizarro tiene entidad para influir en el resultado de las elecciones, lo que se juegan unos y otros va más allá que el simple ego o el cojonudismo: si Pizarro juega como lo hizo en el Parlamento de Cataluña, Solbes estará muy tocado y, con él, toda la estrategia que el PSOE tenga preparada para vender gestión económica.
Si no dan con la forma de vender que saben gestionar la economía como lo hizo el PP, todos los argumentos de campaña que les quedan serán excesivamente polémicos y han movilizado en su contra, y mucho (demasiado para ellos), a gran parte de la población española. Y de esta movilización se beneficia el PP casí sin duda y al 100%.
Pero hay más cosas, el paro ha subido y las contrataciones se han estancado. Y mientras Caldera absolutamente desaparecido (desde lo del tipex casí ni se le oye) y lo del bache temporal, la coyuntura, esto no es un cambio de tendencia ya no es creible.
Pero hay más cosas. El Comité de Expertos del Ministerio de Medio Ambiente (ya les gustan este tipo de órganos, ¿serán tontos de verdad?) ha reventado la estrategia del gobierno en el tema del agua: las desaladoras no son viables y los trasvases sólo hay que evitarlos en tiempos de sequía. De la Vega lo va a tener muy difícil en Valencia.
Pero hay más cosas. El PSOE se está planteando reducir de 2 a 1 los debates televisados entre Rajoy y Zapatero. Parece que las encuestas lo aconsejan así. No se si por que les son favorables o no; pero el que trascienda que no quieres mucho debate no gusta y no parece bueno.
Y, además, el idilio con la SGAE parece que va a seguir dando dolor de cabeza en el Gobierno: el 31 de enero se escenificará la entrega de más de 2 millones de firmas contra en canon. Y El País le va a dar una buena cobertura.
Y, la última, la famosa frase del ministro de Justicia de que la ilegalización de la parte política del entramado etarra sería ilegalizada cuando la jugada lo aconsejase, también puede costarles unos buenos votos: las pruebas que ahora presentan existen, y las conoce el gobierno, desde 2005.
Merecemos un gobierno que gobierne.
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